jueves, 9 de diciembre de 2021



 Mateo 11, 11-15:

"El que tenga oídos que oiga".


Una de las figuras que llena el tiempo de Adviento es la de Juan Bautista. 

Es el hombre austero, veraz y fiel. Es quien señala a Jesús como Mesías, como Hijo de Dios y como Salvador del mundo. 

Su grandeza consiste en finalizar un largo camino de promesas de Dios y señalar la realización de esas promesas.

Juan Bautista es como la bisagra entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Por eso salta de gozo en el seno de su madre cuando escucha el saludo de María, la mujer nueva que lleva en su seno al hombre nuevo, que es Jesús.

Como cristianos, podemos tomar ejemplo de Juan el Bautista. 

En nuestro bautismo Dios nos llama por nuestro nombre para una misión concreta: la de anunciar también a Jesús preparando sus caminos en todos los hombres.

Ten oídos para escuchar la voz del Bautista que te señala a Jesús. 

Y ten también los labios bien dispuestos para anunciarle . 

miércoles, 8 de diciembre de 2021

 




Lucas 1, 26-38:

"María contestó: aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra".


Padre bueno, todo nos invita al agradecimiento por cuanto has hecho en María Inmaculada y quieres hacer en nosotros movido por tu infinito amor.

Te damos gracias porque podemos dirigirnos a María Inmaculada como madre y como modelo de fe. 

Como persona capaz de acoger tu palabra y siempre dispuesta a vivirla con todo su Corazón.

Gracias porque María Inmaculada trajo a Jesús al mundo y nos lo ha dado a conocer, nos ha invitado a obedecerle y ella ha sido la primera discípula. 

Que como ella sepamos estar atentos a acoger en todo momento tus proyectos. 

Que no temamos adherirnos a ellos de corazón ni digamos que hoy es imposible seguir el Evangelio de Jesús como lo hizo María, la Virgen Inmaculada. 

Ayúdanos, sobre todo, a no ver como normal ni a pactar jamás con el mal y el pecado que encontramos en el mundo y dentro de nosotros.

Que no pactemos con el egoísmo y la violencia. 

Que no nos quedemos indiferentes cuando se violan derechos humanos y se esclavizan a personas. 

Que no nos quedemos indiferentes cuando se nos invita a vivir sin fe. 

Líbranos de decir "esto ha ocurrido siempre" y que "es imposible mejorar el mundo".

Que tengamos el coraje de creer y de poner en práctica nuestra fe. 

Que como María Inmaculada hayamos preparado el camino para recibir con mayor plenitud la gracia que nos trae Jesús.